No siempre se tiene la oportunidad de ver algo así. Una performance que además de ser protagonizada por una voz extraordinaria que no deja indiferente a nadie, sirve a su vez de autobiografía y de denuncia social de un abuso latente en el que todos participamos y que parece ser pocos conocen: el mundo de las maquiladoras o costureras explotadas que se oculta detrás de la industria de la moda.
“En mi casa no había piano en el salón sino una enorme máquina de coser que sonaba todo el día. Mi madre, apurada entre las hijas, la sopa, el marido y el trajín de cada día, se ganaba la vida cosiendo, haciendo vestidos y enseñando a hacerlos. Los motóricos arranques, los rítmicos pedales, las aceleraciones y los deslices de la máquina de coser, son algunos de los sonidos que han acompañado mi infancia, así que Coser y Cantar es un homenaje a mi madre, es un reclamo contra la olvidada voz de las mujeres del costurar y es, en suma, una obra autobiográfica, que también podría formar parte de la biografía de muchas otras mujeres.” Así habla Montserrat Palacios de su propia obra que el pasado 19 de noviembre fue presentada en Elche en el Encontre internacional de performance i poesia fonètica. Homenatge a Miguel Hernández.
Montserrat Palacios, autora de esta performance, es etnomusicóloga, semióloga musical y cantante con una larga trayectoria profesional a sus espaldas. Su carácter emprendedor le ha llevado a dirigir El Lloc, un espacio hispanomexicano dedicado a las nuevas culturas y modos artísticos, y ha participado en improvisaciones y performances vocales con Eva Lootz, Empar Roselló, etc. Ha escrito los libros "Una mirada a la boca del son. Memoria histórica e identidad sonora de Quito, Ecuador, a través de sus campanas", "De lo dicho el silencio o la certeza y el desliz. La canción cardenche" y "La mosca tras la oreja. De la música experimental al arte sonoro", éste último realizado junto con Llorenç Barber, con quién además crea la performance sonora “Pomelo” de Yoko Ono.
En Coser y Cantar, lo que la artista pretende –y logra, sin ninguna duda– es acercar al público al sufrimiento diario con el que han vivido siempre las costureras de los llamados “talleres del sudor”, obligadas a trabajar a destajo, a modificar sus horarios vitales y a soportar pésimas condiciones laborales a cambio de un salario ínfimo, sin seguridad social, contrato, ni prestaciones. Una situación que se da todavía en muchísimos lugares, como por ejemplo, México, país de procedencia de Palacios, y que naturalmente ha inspirado su actuación.
Sólo con una máquina de coser Singer como instrumento y la dosis necesaria de pasión y fuerza en la voz, Montserrat Palacios brinda la oportunidad al espectador de acercarse, aunque sea mínimamente, al dolor de las costureras mexicanas.
Como toque final a su inmejorable actuación, finaliza su performance con una proyección de imágenes reales realizada por La Ferida en las que se les pone cara a muchas de las víctimas de la industria textil.
Tras su actuación en Elche, Montserrat Palacios nos concedió una breve entrevista en la que nos cuenta de primera mano cómo ha vivido de cerca la explotación de las maquiladoras mexicanas, así como algunos aspectos más personales de su trayectoria profesional.
La mujer en la industria textil mexicana
En el caso de México, la explotación hacia la mujer en la industria textil ha tenido una historia un tanto particular.
Durante el terremoto de 1985 del que habla Montserrat Palacios en su entrevista, el sector de la maquila textil fue uno de los más afectados por la catástrofe. Se perdieron multitud de empleos y 1326 fábricas textiles quedaron inactivas, de las que 800 se encontraban en ruinas, y lo que es peor: alrededor de 1600 trabajadoras de la costura perdieron la vida.
En 1985, la situación de las costureras era crítica: 40.000 se quedaron sin empleo y sin ninguna protección ya que el 50 % de la producción se hacía en talleres clandestinos, sin ningún tipo de seguro ni contrato, y por lo tanto, ninguna garantía de que les fueran a pagar alguna indemnización. Fue entonces cuando las trabajadoras comenzaron a tomar conciencia de su situación y emprendieron una serie de acciones legales que sin darse cuenta contribuirían al desarrollo del sindicalismo en México.
Antes del terremoto, el 73% de ellas no sabía qué era ni para qué servia un sindicato, y el 89% estaba convencido de que el líder sindical estaba coludido con el dueño de la empresa. Pero el seísmo supuso un punto de inflexión en toda esta situación:
“La palabra explotación no existía en mi vocabulario, antes del terremoto del 19 de septiembre yo no tenía conciencia de explotación o no explotación. El 85 fue para mí un antes y un después en mi vida. Si no hubiera ocurrido el terremoto seguiría yo muy campante, conforme con que me dieran trabajo. Pero el salto que me hizo dar esa tragedia fue mayúsculo”.
Así describe Evangelina Corona cómo recapacitó tras la tragedia en su libro autobiográfico Contar las cosas como fueron, en el que publica sus memorias como mujer y como costurera explotada. Sería Evangelina Corona quien, junto con otras costureras, fundaría más tarde el Sindicato de Costureras 19 de Septiembre.
El surgimiento del Sindicato de Costureras 19 de septiembre no fue casualidad, sino conciencia y necesidad de cambio. El salto cualitativo, expresado tras los trágicos acontecimientos de 1985, sumó a miles de personas en la lucha por mejorar las condiciones laborales de la mujer en México. Pero ya no resulta extraño encontrar más ejemplos en cualquier parte del mundo que también deriven en luchas y protestas, con el fin de acabar con la discriminación de género en el trabajo.
Sin embargo, y aunque todavía quede mucho por hacer, un paso importante ya se ha dado y es que todo es más fácil cuando es la mujer la que toma conciencia y es partícipe, cada vez más, de la lucha contra su propia opresión.
"Estamos rodeados de muchísimos sonidos, a veces nos cuesta trabajo pensar que eso es música..hay que estar atento a todo lo que vivimos"
ResponderEliminarCuánta razón tiene! que performance más creativa y original! muy interesante publicación!
:O! muy original!
ResponderEliminarYo también tuve la suerte de acudir al mismo concierto en Valencia, es magnífica!
ResponderEliminarY muy interesante toda la historia que hay detrás de la performance...
No veo otra mejor forma para homenajear a una madre, y aun mas interesante con todo el trasfondo que hay detras, el origen de la performance.
ResponderEliminarSeguir asi chicas, vuestros reportajes me amenizan mis ratos libres.
Un saludo