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jueves, 6 de enero de 2011

Sobre la discriminació salarial i les polítiques públiques d'igualtat

Les dones europees necessiten anys de 485 dies per a poder equiparar les seues retribucions anuals a les que reben els homes en 365 dies. Així ho asseguren alguns informes de la Unió Europea. Tot un canvi temporal que, com que encara no som capaços de portar a terme, és necessari resoldre, ara que fa 54 anys que es va proclamar la igual retribució entre treballadors i treballadores com a principi constitutiu de la UE (Tractat de Roma) i 36 que es va aprovar una Directiva que prohibia tot tipus de discriminació salarial entre homes i dones. 

Aquesta desigualtat tan evident es donada a causa de la interrelació de diferents factors, tots ells connectats entre sí a través d'aquest sistema patriarcal en què vivim i de la divisió sexual del treball. Així, la desigualtat de gènere no es manifesta d'un sol mode, sinó de diverses maneres distintes.

Per una banda, no es reconeix la feina que fan les dones. L'assimetria jeràrquica dels valors pels quals es regeix la societat és la base del sistema androcèntric. Això explica, per exemple, que els sectors productius més feminitzats (on hi treballen majoritàriament dones) tinguen, per norma general, sous inferiors als sectors més masculinitzats, quan la qualificació i les condicions dels treballadors són les mateixes.  

Per altra banda, el sistema de rols de gènere comporta que se les penalitze per estar "menys disponibles" per a la vida laboral. La influència de la divisió sexual del treball i de la figura de les dones a al feina domèstica és enorme sobre les expectatives que es tenen de les dones, ben diferents de les que es tenen dels homes. Encara s'espera que les dones donen prioritat a satisfer les necessitats de les persones del seu entorn abans que no les seues pròpies, tot i que això interrompa el seu desenvolupament professional. Aquestes expectatives del rol de les dones tradicionals haurien de ser eliminades per les polítiques públiques, potenciant la figura de l'home familiar i la dona treballadora, per a aconseguir així la situació d'igualtat. El fet d'articular reduccions de jornada per a les persones amb responsabilitat familiar, fomentar la contractació a temps parcial, donar a les dones permisos de maternitat superiors als dels homes i donar-los excedències per a que "gaudisquen" dels fills acabats de nèixer contribueix a fixar l'etiqueta de "menys disponibles per al mercat laboral" a totes les dones i influeix en la percepció de l'empresariat que associa un major risc en la contractació de dones. Aquest fenòmen, anomecat discriminació estadística, sustenta la desigualtat salarial.




La solució a aquest problema no és fàcil ni es pot fer d'un dia per a un altre, però és important que comencen a canviar les coses en el mercat laboral per a eliminar la discriminació que pateixen les dones. I el principal paper el tenen, com ja s'ha dit, les polítiques públiques, que haurien de començar per potenciar la figura de l'home cuidador i equiparar els drets i condicions de totes i tots. La Comissió Europea va publicar en 2007 un diagnòstic anomenat "Actuar contra la diferència de retribució entre homes i dones" on quedaven clares les causes d'aquesta discriminació. En canvi, alguna cosa falla entre el diagnòstic i la consecució dels resultats, que s'ha traduït en canvis ínfims. Quelcom no funciona i seguirà sense funcionar mentre es seguisquen promovent l'assentament dels rols tradicionals i la divisió sexual del treball.


martes, 28 de diciembre de 2010

Críticas a Blancanieves


Los cuentos infantiles son muy variados, pero hay quien ve en la mayoría de éstos un factor común: el sexismo. Princesas rescatadas, madrastras malvadas, jóvenes que limpian... Son los conocidos personajes que han suscitado polémica durante los últimos años.


El debate, por así decirlo, se encuentra en la necesidad, o no, de una lectura crítica de este tipo de cuentos. Mucha gente no se plantea el problema que les veía el Ministerio de Igualdad el año pasado, por ejemplo, otra se lo plantea, pero sólo un poco. Se puede decir que a los segundos les pesa más la etiqueta que el paso del tiempo regala a estas historias, pues ciertamente, para muchos, antes que "sexistas" son "clásicos".

¿Desfigura el concepto de igualdad entre hombres y mujeres "Blancanieves y los siete enanitos"? ¿Necesita una nueva lectura, junto con La Cenicienta o La Sirenita?

¿Es quizás una mejor alternativa producir cuentos que transmitan claramente ese mensaje?


Adjuntamos, para completar la reflexión, un extracto de "No queremos a Blancanieves fuera de la escuela sino que el príncipe comparta las tareas de palacio", artículo de Luz Martínez, que acorde con el tema, explica qué se entiende por "lectura crítica":
Consideramos que los cuentos tradiciones son un legado de la literatura infantil importante y valioso, nuestro objetivo a pesar de titulares grandilocuentes no es desterrarlos de la escuela, sino apostar porque las y niñas y niños aprendan a leerlos contextualizandolos en la época y comprendiendo que los personajes existieron en un tiempo en el que las mujeres y los hombres tenían roles muy diferentes y diferentes derechos [...].

Los cuentos tradicionales seguirán vivos en la escuela porque son un recurso fundamental, pero podemos jugar con ellos, cambiar los finales, trabajar con las historias y con los personajes y pensar que haríamos en su lugar.

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Es el lenguaje sexista?

El lenguaje es el instrumento desde el que se produce la organización del pensamiento y desde el que se aprenden los códigos y las normas para la comunicación; en definitiva, es el elemento fundamental en la construcción de la cultura. El lenguaje define el “yo”, lo que nos rodea, nos conforma. Lo utilizamos según lo necesitemos y así es cómo lo creamos. También refleja las reglas socio-comunicativas de los grupos sociales, los valores de la sociedad que lo habla, las prohibiciones, los mandatos, las metas, etc. Condiciona, refuerza y limita todas las áreas de nuestra vida. Así pues, el lenguaje no es sólo una cuestión de forma.

Hay abierto desde hace tiempo un gran debate entorno al sexismo del lenguaje. Son muchos los organismos y las personas que denuncian que el lenguaje es totalmente sexista y que los hablantes -y más aún los escritores- deberíamos cuidar nuestras palabras y evitar utilizar términos o expresiones que puedan resultar sexistas. Hay también quien asegura que es necesario renovar el lenguaje, cambiar muchas palabras, así como la estructura de éste, para librarlo del sexismo; redefinir el universo descriptivo y visual para poder comprender y expresar el mundo real, las experiencias vividas de quienes las realizan y lo integran sin diferencia de género.

El lenguaje lleva escrito en su interior
la diferencia sexual
P.Violi

Así, por ejemplo, la Asociación de Mujeres Jóvenes distribuye en tres grandes grupos la huella de la subordinación de la mujer en el lenguaje:
  1. En los conceptos: construidos en base a experiencias que no son de las mujeres ni de otros grupos reducidos. Los conceptos siempre se han creado desde los intereses y necesidades de los varones.
  2. En la estructura: el genérico masculino invisibiliza, oculta y subordina a las mujeres.
  3. En el uso: en lo referente a la aparición de lenguajes específicos asociados a cada sexo y valorativos de las palabras y/o experiencias asociadas a las mujeres. 
El sexismo en el lenguaje, aseguran, tiene una gran influencia en las desigualdades de género de la sociedad, ya que el peso del lenguaje sobre el comportamiento social de las personas que lo hablan/escriben/oyen/leen es muy elevado. Es por ello que desde diversas asocicaciones feministas reclaman la revisión del lenguaje.



No parece haber gran disconformidad con que, en algunos aspectos, el lenguaje es sexista. Sin embargo, sí que hay diferencias sobre cómo debe tratarse este problema. Algunos lingüístas aseguran que muchas veces no se trata de sexismo, sino que, aunque el contexto en el que se han desarrollado las palabras ha llevado a la predominación del masculino, no debe entenderse por ello que actualmente el uso de estas palabras tenga connotaciones machistas. Así, opinan que no es correcto, por ejemplo, referirse al conjunto de la clase estudiantil como "estudiantes y estudiantas", porque el término "estudiantes", que en un principio puede parecer sexista, es neutro y sirve para ambos géneros.

Una vez planteadas las dos posturas, ¿quién tiene razón? ¿es el lenguaje totalmente sexista y discriminatorio?, ¿es necesario dar un giro lingüístico para "redefinir el universo descriptivo y visual"?, ¿es esto tan sencillo? Son muchas las preguntas que pueden surgir al respecto de este debate que lleva abierto muchos años y al que, según la opinión de las organizaciones feministas, todavía no se ha dado la respuesta necesaria.



martes, 30 de noviembre de 2010

Porno para mujeres... ¿sexismo o igualdad?

Con esta pregunta, hoy queremos dar pie al debate.

El negocio de la pornografía ha sido modificado desde sus raíces por la web: con la banda ancha, el tráfico de fotografías y videos ha llevado al cine para adultos a una especialización sin precedentes. Entre el porno realidad y el altporno, el "porno para mujeres" se perfila actualmente como uno de los subgéneros con mayor potencial de la industria. Erika Lust, co-fundadora de Lust Films, productora audiovisual, periodista y escritora, es a día de hoy, una de las mayores precursoras del género.

"Cuando vi porno por primera vez no fue amor a primera vista ni mucho menos. Había algo en las imágenes que me excitaba, pero también muchas cosas que me molestaban. No me sentía identificada en esas películas: ni mi estilo de vida, ni mis valores, ni mi sexualidad aparecían por ninguna parte, veía en el cine porno una industria dominada y dirigida, fundamentalmente, al género masculino".

Desde luego, vio algo en cine X que le desagradó por completo. Así fue como comenzó a dirigir cine porno, un género al que quiere llevar "otra ética y otra estética", alejarlo de los clichés machistas que lo rodean y convertirlo en "un estimulante sexual sano y positivo" para todas (y todos, según defiende Lust).

Erika Lust, nacida en Suecia en 1977, se licenció en Ciencias Políticas, para luego especializarse en feminismo por la universidad de Lunk. Vive desde hace diez años en Barcelona, donde ha creado la empresa audiovisual de contenidos eróticos Lust Film. En 2004 dirigió y produjo su primer vídeo, The Good Girl, una breve historia de sexo pensado para mujeres que tuvo buena acogida a nivel internacional. De 2007 es Cinco historias para ellas, su segunda experiencia como directora de cine pornográfico con premios como el de Mejor Guión en el Festival de Cine Erótico de Barcelona, mejor película para mujeres en Venus de Berlin, Mención de Honor del Público en Cine Kink de Nueva York y Mejor Película Erótica y Escena Heterosexual en los Feminist Porn Awards de Toronto. Pero esta polifacética productora, no sólo se centra en las películas, ya que recientemente publicó el libro Porno para Mujeres, una guía de cine X, que según ella misma afirma, va dirigida a todas aquellas mujeres a las que les gusta el porno pero aún no lo saben.

Sus producciones se diferencian de las demás por tratarse de guiones más cuidados donde la historia y los sentimientos adquieren un papel fundamental. Le cede más importancia a los detalles y busca en todo momento, situaciones reales con las que las mujeres puedan sentirse identificadas. Sin embargo, ¿es esto suficiente para denominar su cine como "porno para mujeres"? ¿Hace falta una distinción entre cine porno para mujeres y cine porno para hombres? ¿Significa esto que una mujer no pueda disfrutar viendo el cine X convencional?, o quizá ¿es cierto que la industria del cine pornográfico necesita una transformación y un cambio de valores?

El debate está servido. Y como todo en esta vida, sus películas no han tardado en recibir tanto críticas positivas como críticas negativas. 

Por un lado se sitúan aquellos que sí ven necesario que la industria X se reinvente y se acomode a unos tiempos en los que la igualdad y respeto hacia la mujer son un objetivo clave. Para ello apoyan a Erika Lust entre otras, ya que realiza películas dirigidas a mujeres, en las que el sexo está contemplado desde una óptica femenina y feminista que hace a la mujer sentirse partícipe de la acción fuera de los típicos papeles de sumisa o viciosa sin límites. Afirman, además, que Lust hace un cine que presenta mayor igualdad entre géneros en diferencia a lo que muestra el cine pornográfico convencional.

Sin embargo, también hay quién no lo ve así, ya que muchos critican que distinguir entre géneros en este tipo de cine sí que es sexista. Muchos lo califican de excluyente y elitista y ven en esta forma de hacer cine un simple negocio: ahora que se ve un filón en la demanda de una pornografía menos agresiva hacia la mujer, y que las mujeres quieren disfrutar del sexo y la pornografía de una forma más abierta, le ponen etiquetas a un nuevo cine, y ya hay un producto que ofrecer. Pero las críticas negativas hacia Erika Lust no se quedan ahí, añaden también que los cánones de belleza que la productora sueca muestra en sus películas no transgreden los establecidos en el resto de ámbitos, ya que todos los actores responden a los modelos dominantes de ese cine X del que pretende diferenciarse.

El cine pornográfico producido por Erika Lust, ya sea sexista o promueva la igualdad entre géneros, es una novedad: a muchos gusta, a otros ofende, pero en lo que todos coinciden es en que, sin ninguna duda, dará mucho que hablar.

jueves, 25 de noviembre de 2010

"Si te agarro con otro te mato, te doy una paliza y después me escapo"

¿Qué pensaríais al leer el título de esta entrada?
Estoy segura de que prácticamente todos optaríamos por decir que se trata de las declaraciones de un maltratador. Pues bien, aunque resulte difícil creerlo, se trata de la letra de una canción que circula libremente por Internet, y que además, algún que otro bar la utiliza como música de fondo para que sus clientes se deleiten con la melodía mientras comen tranquilamente. Así fue como llegaron a mis oídos estas letras que, sinceramente, parecen sacadas de otro siglo.





Lo peor de todo no es que a estas alturas se sigan componiendo canciones como ésta, sino que miles de personas la celebren y le rían las gracias al cantante, como ha ocurrido con este tema en Youtube, donde el vídeo ha recibido ya 29.566 visitas, una cuarentena de "me gusta" y ningún voto negativo en absoluto.

Me imagino que el dueño de aquel bar no se paró a pensar en ningún momento en si podía haber entre su clientela, ya no sólo una mujer maltratada, sino cualquier persona que se haya visto afectada por el maltrato de género, y qué pudo sentir al escuchar esta joya.

 

sábado, 20 de noviembre de 2010

La mujer y la publicidad

En el ámbito publicitario la mujer no es tratada como sujeto femenino, sino como objeto femenino. Una de las características más habituales es la posición de estas como elementos de deseo; en la mayoría de casos el cuerpo de la mujer se asocia a determinados objetos para dotarlos de atractivo sexual, y cabe destacar, asociación que la cataloga de complemento –y no de protagonista– del anuncio. Las imágenes del cuerpo de la mujer se convierten en ese valor añadido que solamente aparece en el espacio publicitario y que evidentemente, no presentan (las imágenes) ninguna relación ni correspondencia con las características a disfrutar por el comprador ‒aunque esto sea realmente atractivo y útil en el momento de propiciar la venta del producto‒.

Entre otras, cabe destacar que además de la difusión de la mujer objeto en publicidad existe otro tipo de mensaje sexista, también en este ámbito, en el que el papel de la mujer es relegado a tareas domésticas como son el cuidado de la casa, la educación de los hijos o el mantenimiento del hogar en general. En Alemania, por ejemplo, esta faceta de vincular a la mujer a tareas tradicionalmente realizadas por ellas se ha simbolizado con las tres “K” de kirche, kürche y kínder; iglesia, cocina y niño, respectivamente. (SABATÉ MARTÍNEZ, A et all. Mujeres, espacio y sociedad, Madrid, 1995, p.155).

Anuncios como los de Air Wik ‒marca de ambientador‒, procedentes de Reino Unido y emitidos en España a lo largo de 2007, demuestran tal realidad, pues en uno de estos aparece una mamá pulpo que se auto-responsabiliza del bienestar del hogar y agradece la existencia de un ambientador (Air Wik) que le ayuda a que las tareas sean menos pesadas. Todos los anuncios de la campaña seguían el mismo patrón ‒animales-hembra que ejercían las funciones del tradicional rol femenino‒, y fueron censurados, al menos en España, por el Instituto de la Mujer ese mismo año. 



El anterior sirve como ejemplo, pero no es necesario remontarse tres años atrás, puesto que a diario aparecen televisados anuncios de AXE, Calgonit, Norit… y muchas otras marcas conocidas y sexistas. El Instituto de la Mujer es el que ofrece, en su página web, un formulario a disposición pública para efectuar demandas por estos motivos. Sólo en Valencia, el Observatorio de Publicidad no Sexista de la Generalitat ha tramitado desde su creación, en 1997, un total de 42 denuncias.

Entre tipologías publicitarias sexistas se encuentra también aquellas que orienta su enfoque hacia las más pequeñas, situándolas desde un principio en entornos vendidos como exclusivamente femeninos, esto es, por ejemplo, y diariamente, spots de niñas que no alcanzan los 8 años y que cuidan de sus bebés o aprenden a cocinar, como si tales tareas fuesen exclusivamente femeninas.

Estudios y conclusiones de profesionales mantienen que si la publicidad posee gran capacidad de influencia, sobre todo hacia menores, lo que actualmente se está realizando es un uso que por su características y alcance actual convierte el medio en un factor muy delicado en lo que a educación de la sociedad se refiere, pues tal masiva difusión recibida por la sociedad a todas horas es uno de los factores que conduce a la discriminación ‒ya no en pantalla sino en la vida real‒ de la mujer en el entorno familiar y laboral.


El siguiente video muestra varios ejemplos de publicidad sexista ‒tanto antigua como actual‒ donde la imagen de la mujer se asocia, encada caso, a cada uno de los roles femeninos comentados anteriormente, y donde la figura del hombre aparece como salvación o elemento de ayuda imprescindible para ellas. Es cierto que se han producido cambios con respecto a la publicidad de antaño, pero aún así, no se ha eliminado del todo, ni mucho menos, tal vergonzosa difusión de la imagen de la mujer.