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domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Es el lenguaje sexista?

El lenguaje es el instrumento desde el que se produce la organización del pensamiento y desde el que se aprenden los códigos y las normas para la comunicación; en definitiva, es el elemento fundamental en la construcción de la cultura. El lenguaje define el “yo”, lo que nos rodea, nos conforma. Lo utilizamos según lo necesitemos y así es cómo lo creamos. También refleja las reglas socio-comunicativas de los grupos sociales, los valores de la sociedad que lo habla, las prohibiciones, los mandatos, las metas, etc. Condiciona, refuerza y limita todas las áreas de nuestra vida. Así pues, el lenguaje no es sólo una cuestión de forma.

Hay abierto desde hace tiempo un gran debate entorno al sexismo del lenguaje. Son muchos los organismos y las personas que denuncian que el lenguaje es totalmente sexista y que los hablantes -y más aún los escritores- deberíamos cuidar nuestras palabras y evitar utilizar términos o expresiones que puedan resultar sexistas. Hay también quien asegura que es necesario renovar el lenguaje, cambiar muchas palabras, así como la estructura de éste, para librarlo del sexismo; redefinir el universo descriptivo y visual para poder comprender y expresar el mundo real, las experiencias vividas de quienes las realizan y lo integran sin diferencia de género.

El lenguaje lleva escrito en su interior
la diferencia sexual
P.Violi

Así, por ejemplo, la Asociación de Mujeres Jóvenes distribuye en tres grandes grupos la huella de la subordinación de la mujer en el lenguaje:
  1. En los conceptos: construidos en base a experiencias que no son de las mujeres ni de otros grupos reducidos. Los conceptos siempre se han creado desde los intereses y necesidades de los varones.
  2. En la estructura: el genérico masculino invisibiliza, oculta y subordina a las mujeres.
  3. En el uso: en lo referente a la aparición de lenguajes específicos asociados a cada sexo y valorativos de las palabras y/o experiencias asociadas a las mujeres. 
El sexismo en el lenguaje, aseguran, tiene una gran influencia en las desigualdades de género de la sociedad, ya que el peso del lenguaje sobre el comportamiento social de las personas que lo hablan/escriben/oyen/leen es muy elevado. Es por ello que desde diversas asocicaciones feministas reclaman la revisión del lenguaje.



No parece haber gran disconformidad con que, en algunos aspectos, el lenguaje es sexista. Sin embargo, sí que hay diferencias sobre cómo debe tratarse este problema. Algunos lingüístas aseguran que muchas veces no se trata de sexismo, sino que, aunque el contexto en el que se han desarrollado las palabras ha llevado a la predominación del masculino, no debe entenderse por ello que actualmente el uso de estas palabras tenga connotaciones machistas. Así, opinan que no es correcto, por ejemplo, referirse al conjunto de la clase estudiantil como "estudiantes y estudiantas", porque el término "estudiantes", que en un principio puede parecer sexista, es neutro y sirve para ambos géneros.

Una vez planteadas las dos posturas, ¿quién tiene razón? ¿es el lenguaje totalmente sexista y discriminatorio?, ¿es necesario dar un giro lingüístico para "redefinir el universo descriptivo y visual"?, ¿es esto tan sencillo? Son muchas las preguntas que pueden surgir al respecto de este debate que lleva abierto muchos años y al que, según la opinión de las organizaciones feministas, todavía no se ha dado la respuesta necesaria.



7 comentarios:

  1. Muy buen artículo, pero esto no ocurre sólo con el castellano... os dejo un vídeo de un humorista francés que pone ejemplos de su lengua:

    http://www.youtube.com/watch?v=GqqCgtxWf0E (0:57)

    Saludos! :)

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  2. Soy filóloga y creo que puedo hablar con cierto conocimiento de causa. El lenguaje en sí no es sexista. Ni el lenguaje, ni la lengua, ni los diccionarios ni nada de eso.
    Lo que es machista es la sociedad y una lengua (y por extensión, un diccionario) es el reflejo de la sociedad, nada más. Si una sociedad es machista, también lo será su lengua, ya que ésta representa la realidad.
    No es que los encargados de hacer diccionarios son todos unos machistas y cavernícolas eligiendo las palabras que más le convienen o dando definiciones totalmente insultantes. Ellos sólo recogen lo que es usado socialmente.

    Querida Violeta, el problema, como siempre, no es la lengua sino nosotros. La sociedad.

    Un saludo y buen blog :)

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  3. Yo lo siento mucho pero alguna vez tenía que discrepar. Empezando por lo de los conceptos: "construidos en base a experiencias que no son de las mujeres ni de otros grupos reducidos". Yo soy de un <> y me puedo expresar amplia, útil y tranquilamente en castellano sin sentir que ninguna palabra me fuerza a autodiscriminarme.

    En segundo lugar, es buenísimo el ejemplo de "estudiantes", yo no solicito que digan "estudiantos". Otro ejemplo sería que los profesores se refieren muchas veces a nosotros como "la clase", un sustantivo femenino del que mi condición masculina no me hace sentir marginado.

    Poniéndonos así, solicitaría que cada vez que un profesor haga un comentario del rollo "tu novia" (de esos que hace mucho Boix) diga: tu novio o novia para varón y tu novio o novia para mujer, ya que cuando sólo dice "novia" excluye a las mujeres heterosexuales y a los hombres homosexuales. ¿No? Creo, y lo siento, que es ponerse quisquillosos.

    Mi conclusión es que el lenguaje es lo suficientemente rico para encaminarlo por donde cada uno desee, libre de connotaciones: no hay palabras feas, sino mentes sucias.

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  4. entre comillas francesas iba "grupo reducido", que ha desaparecido sin saber yo la causa..

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  5. El problema del lenguaje con respecto al género es el más complejo de todos, a mi entender. Está claro que hay un oredominio del masculino, sí. Sin embargo, al hablar de plurales "masculinos" hay que entenderlo como algo genérico que engloba los individuos ( o lo que sea) masculinos y femeninos. Es decir, un neitro que por su forma es masculinoi, sí. De todos modos ¿cuál es la solución? Me niego a escribir un libro o un artículo lleno de "@" o poner ........as/os o .....os y .....as cada vez que haga algún escrito, sencillamente porque el tiempo y el espacio es oro.
    No obstante, el tema no es tan simple. Hay otro tipo de situaciones que sí pueden resultar más... discutibles y revisables. En una cola cuando se dice "el siguiente" ¿cómo se puede cambiar eso? O al iniciar el ordenador windows te dice "bienvenido"...Habría que intentar una autocorrección y que aparezca "buenas" o algo así o incluso (aunque no me gusta un pelo) bienbenid@.
    Hay que tener en cuenta que la @ no es más que un convencionalismo más, como el plural masculino genérico. Significa lo mismo y la @ no deja de ser una @. Un convencionalismo "machista" no se soluciona, creo con uno "embrista" (que no feminista).

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  6. Rocío, gracias por tus aportaciones. Realmente soy los filólogos los que más sabéis de este tema y los que realmente podéis opinar.

    Chrístopher, estoy de acuerdo con lo que dices. De echo, al escribir este artículo no me he posicionado, simplemente me he limitado a trasmitir las distintas opiniones y discrepancias que hay al respecto de este tema. Como dice Perucha, por ejemplo, muchos de los masculinos pulares son en realidad neutros y no debería de verse ningún machismo en ellos, pero hay gente que sí lo ve, y por eso he plasmado su visión en esta entrada.

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