Los cuentos infantiles son muy variados, pero hay quien ve en la mayoría de éstos un factor común: el sexismo. Princesas rescatadas, madrastras malvadas, jóvenes que limpian... Son los conocidos personajes que han suscitado polémica durante los últimos años.
El debate, por así decirlo, se encuentra en la necesidad, o no, de una lectura crítica de este tipo de cuentos. Mucha gente no se plantea el problema que les veía el Ministerio de Igualdad el año pasado, por ejemplo, otra se lo plantea, pero sólo un poco. Se puede decir que a los segundos les pesa más la etiqueta que el paso del tiempo regala a estas historias, pues ciertamente, para muchos, antes que "sexistas" son "clásicos".
¿Desfigura el concepto de igualdad entre hombres y mujeres "Blancanieves y los siete enanitos"? ¿Necesita una nueva lectura, junto con La Cenicienta o La Sirenita?
¿Es quizás una mejor alternativa producir cuentos que transmitan claramente ese mensaje?
Adjuntamos, para completar la reflexión, un extracto de "No queremos a Blancanieves fuera de la escuela sino que el príncipe comparta las tareas de palacio", artículo de Luz Martínez, que acorde con el tema, explica qué se entiende por "lectura crítica":
Consideramos que los cuentos tradiciones son un legado de la literatura infantil importante y valioso, nuestro objetivo a pesar de titulares grandilocuentes no es desterrarlos de la escuela, sino apostar porque las y niñas y niños aprendan a leerlos contextualizandolos en la época y comprendiendo que los personajes existieron en un tiempo en el que las mujeres y los hombres tenían roles muy diferentes y diferentes derechos [...].
Los cuentos tradicionales seguirán vivos en la escuela porque son un recurso fundamental, pero podemos jugar con ellos, cambiar los finales, trabajar con las historias y con los personajes y pensar que haríamos en su lugar.
Los cuentos son los que son. La censura... -que no me mate nadie, por favor- necesaria en algunos casos. No creo que haya que hacer una hoguera para echar los cuentos de siempre, pero hay que andar con ojo de lo que se cuenta. Por supuesto que le contaré a mis hijos, si los tengo, cuentos de siempre; pero se pueden utilizar adjetivos para definir las situaciones que se presentan, se pueden explicar los contextos, etc. Y desde luego, se tienen que contar cuentos nuevos. Incido en lo de siempre; el género no es algo asilado a tratar de forma única. En los cuentos el príncipe bueno es hombre aventurero por encima de la dama encerrada esperando que la rescate un hombre al que sin conocer de nada besará para casarse sin haber convivido con él y poder llegar a formar una familia, encargarse de los niños... vamos, lo que ha de ser una mujer...; el príncipe también es príncipe, y no presidente de República o un simple hombre de la calle; y tiene sirvientes sin seguridad social...
ResponderEliminarpensandolo mejor, no les contaré a mis hijos este tipo de cuentos hasta que tengan cierta edad...
ResponderEliminarNO CREO QUE ESTE MAL QUE LAS MUJERES LIMPIEN MIENTRAS LOS HOMBRES ASUMAN LAS TAREAs pesadas ahi fuera en el mundo...no hay nada mas lindo , dulce como el alma de una mujer en la casa...asi que dejense de analisis feministas!!
ResponderEliminarcompletamente en desacuerdo contigo mi replica es la de abajo
Eliminarjajajaja que horror de comentario el que esta arriba de mi, soy MUJER, soy MADRE,soy trabajadora y no solo eso soy INGENIERO CIVIL, donde esa carrera se supone que es de homres, y no solo eso, SOY ESPOSA y aun mejor SOY AMA DE CASA, la mujer no es para limpiar y lloriquear por un principe azul, la mujer no es un objeto ni tampoco un adorno, somo seres humanos capases, lideres, ejemplos, somos humanos. y son lindos los cuentos, pero como dice el extracto del texto publicado, esos roles los compartimos hombres y mujeres.
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